Ningún nombre en esa cruz oxidada
Plantado en el vientre de la tierra
En la parte mas oscura
de este cementerio abandonado.
¿Quién nació, de que murió
Quién duerme bajo esta cruz?
¿Quien condenó sin pena ni remordimiento
El secreto de no poner nombre?
¿cuanto hace que no viene nadie ?
para darle el ultimo adios,
Ponerle una flor,
Tal vez un pensamiento
a este que ya no esta?
En este desierto de soledad
donde nadie vuelve
reclamar respeto ante tanta ingratitud
Nada más que una oración,
Por el eterno descanso de su alma.
La vida, el amor, la muerte
una corriente de aire fria y sombria
En la soledad del desierto
de donde jamas se retorna
Testigo de la ingratitud
de los que se fueron
En el umbral de la tumba
Sin una oración para que pueda descansar su alma.
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